El comedor en CEI Monkey Dos Hermanas, de la mano de la seño Manoli.
Hola Monkey familias. Hoy os quiero hablar de nuestra rutina de comedor. En éste, intentamos que nuestros pequeños vayan poco a poco siendo autónomos en la hora del almuerzo, así como que se animen a probar todo tipo de alimentos.
En el aula del comedor establecemos dos turnos. Estos se organizan según la edad de nuestros monitos, sus necesidades específicas a la hora de comer y su hora de salida.
Un poco antes de iniciar el almuerzo, me dirijo a las clases a por los pequeños comensales, que me esperan con sus manos limpitas y sus babis ya colocados. Acudimos todos juntos al comedor y nos vamos sentando en las sillitas. Mientras voy poniendo los baberos, cantamos juntos canciones para relajarnos y hablamos en torno a qué alimentos van a consumir ese día.
Cuando todos nuestros monitos están sentados y con sus baberos puestos, pasamos lista y empiezo a repartirles sus respectivos platos, ya sean del menú de casa o del catering -siempre teniendo en cuenta las alergias e intolerancias de cada niño o niña-.
Comenzamos a degustar los ricos alimentos y mientras lo hacemos voy recordando algunas de las normas del comedor:
Cómo debemos sentarnos, para qué sirve cada cubierto y cómo sostenerlo, qué cosas no se deben hacer (tirar la comida, levantarnos y ponernos a correr, coger la comida del compañero/a…), qué hacer si se cae algo al suelo… Son muy pequeños todavía: hay que ser conscientes de esto y tener mucha paciencia, pero poco a poco van interiorizando estas pautas y aprendiendo a desenvolverse con soltura en el momento de la comida.
Durante todo el almuerzo se va reforzando el hecho de que comiendo bien y sano los niños y niñas crecen fuertes y con energía para jugar, pintar… Y que al finalizar, la seño les pondrá una carita contenta o un “tattoo”, de esos que tanto les gustan.
Poco a poco los peques van acabando y vamos retirando los platos y cubiertos. Cuando en el menú tenemos postres lácteos, solo se retira la cuchara y se invita a los pequeños a depositar los envases en la papelera amarilla, fomentando así el hábito de reciclar, un elemento de gran importancia dentro de nuestro proyecto educativo.
Una vez que nuestros monitos han acabado de comer, se retiran baberos, lavamos caras y manos y les escribiremos en sus manitas como han comido ese día, para que vuelvan a clase y las seños y los papis y mamis queden informados de todo.
El primer turno finaliza y es hora de llamar a los monitos y monitas del segundo. Y como aquí no nos cansamos de repetirles: ¡Qué aproveche!
Seño Manoli de comedor
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